CONDUCTA DEL NIÑO2018-01-15T22:30:47+01:00

Consejos para el usuario

 

QUÉ ES LA ENURESIS Y EL COMPROMISO CON EL USUARIO.

 

La enuresis no es una enfermedad, es una disfunción que se puede solucionar.

Consiste en la incapacidad de mantener cerrado el esfínter externo (el “grifo”), bien porque la vejiga no tiene suficiente capacidad, o porque no se posee la suficiente maduración para mantener la orden adecuada desde el cerebro para que no se abra.

 

+5 años= 23%
La enuresis afecta al 23% de los niños mayores de cinco años
Probabilidad por herencia del 49%
 
En el caso de que los padres que sufrieron este trastorno en su infancia
Casos en mayores de edad 1%
 Se estima que el 1% de personas mayores de edad sufren la enuresis
Casos en niños mayores 5 años 95%
El 95% de los casos se corresponden con niños de edades entre 5 y 12 años

 

De cualquier manera, sabemos que si seguimos este protocolo de una forma adecuada, tenemos más de un 85% de probabilidades de solucionar este problema en un tiempo relativamente corto.

Lo importante es que el niño ha de ser el protagonista. Esto no es como una pastilla que nos la tomamos y se nos va el dolor de cabeza. Se trata de un tratamiento activo que demanda un compromiso y una voluntad. El problema no es de los padres, es del niño. Cuando el niño tenga voluntad de dejar de orinarse, podrá comenzar este tratamiento, si no, es mejor que no lo empiece.

ENSEÑAR AL NIÑO A USAR PipiStop®

 

Pipistop® es un despertador, así de simple. Pero es un despertador inteligente, que adivina en qué momento te estás empezando a hacer pipi, y en ese momento exacto te despierta. De esa manera, tu cerebro aprende, aunque tú no quieras, y después de unos cuantos ensayos dejas de orinarte. Cuando te vayas a dormir, te pones el Pipistop® como en el dibujo y, si suena, secas el sensor y lo apagas.

Colocación del PipiStop
Te levantas y vas al aseo a acabar de orinar, porque el Pipistop® sólo necesita unas gotitas para avisarte, y el resto del pipí lo debe orinar en el aseo. Si te orinas más de una vez por la noche, te lo vuelves a poner y te vuelves a dormir. Si sólo te orinas una vez cada noche, cuando te suene y vayas al aseo, ya no hace falta que te lo vuelvas a poner.

 

Cuando te mojas, suena el zumbador. Esto es bueno porque tu cerebro aprende. Cuando suene el zumbador, enciendes la luz y, tú solo, secas el sensor, apagas el Pipistop®, te levantas, acabas de orinar en el aseo y te vuelves a acostar. Al principio parece complicado, pero a los cuatro días verás que es muy fácil y que no necesitas a nadie.

 

Es muy importante que seas tú el principal protagonista. Si van tus padres, te despiertan y te llevan al aseo medio dormido, al día siguiente no oirás el zumbador, sino que esperarás la llegada de tus padres, y al tercer día tus padres te levantarán, te llevarán al aseo, te meterán en la cama y tú no te habrás enterado de nada. Por lo tanto, recuerda que eres tú quien debe levantarse. Si suena el aparato y no te levantas, este método pierde toda su eficacia.

 

DEMORAR LA MICCIÓN.

Esto se hace para aumentar la capacidad de tu vejiga, es decir, hacer que te quepa más volumen de orina.

Para eso, cuando tengas ganas de orinar, aguántate un poco. Primero un minuto, a la semana cinco, y a los diez días, quince minutos. Aguanta lo que puedas. La vejiga, que es un músculo, se irá haciendo más grande y ayudará a que no te mojes por la noche. Si quieres, puedes medir con un recipiente milimetrado la orina que eres capaz de retener.

Verás como si al principio sólo retenías 150 ml., a los pocos días eres capaz de retener el doble.

Un niño de ocho años ha de ser capaz de aguantar hasta 400 ml.

Funcionamiento del CALENDARIO MICCIONAL.

 

El calendario miccional sirve para motivar y estimular al niño a alcanzar su objetivo. Se debe rellenar cada mañana y es especialmente útil para saber cómo va el tratamiento de una muy gráfica. Los días secos están representados por un sol y los días húmedos, representados por una nube.

Además te servirán para.

El niño será incentivado con un sistema de recompensa o premios por mayor numero de soles, esto nos indica que vamos por buen camino.

ACTITUD DE LOS PADRES.

No castigar nunca al niño cuando se orine. Ni física, ni psicológica ni socialmente. La enuresis, si bien no es una enfermedad, es un problema que en ese momento el niño no puede superar, y lo que necesita de los padres es comprensión, -que no complacencia- para superar el problema.

Cuando el niño es castigado por orinarse, tenderá a sentirse culpable sobre algo que no pueden controlar, por lo que desarrollará conductas depresivas o agresivas, según los casos.

 Paliar los efectos aversivos de la enuresis. El orinarse por la noche lleva consigo una serie de efectos negativos sobre el niño, tales como dormir húmedo, mojar las sábanas, mantener una higiene especial para no oler a orina, no poder salir de excursión, no poder dormir en casa de amigos y familiares, etc. Los padres, cuanto más intenten tapar el problema del hijo, más están reforzando negativamente la conducta de ser enurético, con lo cual la conducta de orinarse se consolida. Con ello no queremos decir que no

haya que evitar las consecuencias negativas de la enuresis, pero ha de para que sea él quien ponga en funcionamiento los mecanismos necesarios para disminuir los problemas derivados de su enuresis. Es una manera de actuar de forma madura, activa y responsable.
Nunca humillar o avergonzar públicamente al niño.
Nunca levantar al niño por la noche. Si lo hacemos, no le ayudamos a crear el mecanismo interno de despertarse asociado a las ganas de orinar, únicamente evitamos que se orine esa noche

 

CONDUCTA DEL NIÑO.

No utilizar pañales, ya que estos enmascaran la sensación mojado/seco y constituyen un consentimiento latente para orinarse. Al mismo tiempo, eliminan las consecuencias aversivas derivadas de la micción, así como la sensación propioceptiva en el cuerpo del usuario al sentirse húmedo. El niño se despreocupa y no puede crear el mecanismo de despertarse cuando siente ganas de orinar. Adquirir buenos hábitos de higiene, tanto personal como de su habitación.

 

MEDICACION
No tomar medicamentos si no están prescritos por un médico. Los medicamentos más utilizados son:

  • Imipramina (tofranil) a dosis de 25 a 125 mg. por noche, sin exceder los 5 mg. por kilo de peso. Es deseable el seguimiento o control cardíaco mediante electrocardiograma. Se estima una tasa de exito de un 15% y un alto índice de recaída al retirar la medicación.
  • Desmopresina (minurin), un análogo de la hormona antidiurética vasopresina, reduce rápidamente el número de noches húmedas por semana, pero existe alguna evidencia de que esto no se sostiene después de finalizado el tratamiento. Al mismo tiempo, se recomienda a los niños no beber más de 240 ml. de líquido durante el tratamiento para evitar el posible riesgo de intoxicación hídrica.

Imipramina (tofranil) a dosis de 25 a 125 mg. por noche, sin exceder los 5 mg. por kilo de peso. Es deseable el
seguimiento o control cardíaco mediante electrocardiograma. Se estima una tasa de exito de un 15% y un alto índice de
recaída al retirar la medicación.
Desmopresina (minurin), un análogo de la hormona antidiurética vasopresina, reduce rápidamente el número de noches húmedas por semana, pero existe alguna evidencia de que esto no se sostiene después de finalizado el tratamiento. Al mismo tiempo, se recomienda a los niños no beber más de 240 ml. de líquido durante el tratamiento para evitar el posible riesgo de intoxicación hídrica.

 

ALIMENTACIÓN.

No tomar los alimentos que a continuación referimos, después de la comida, o a partir de las 4 de la tarde, ya que modifican
el tono neurovegetativo del niño y que pueden inhibir o estimular el sistema nervioso central.

  • Bebidas espumosas: Coca-Cola, Fanta, etc.
  • Especias y picantes: salazones, embutidos, escabeches, etc.
  • Chocolate y derivados: batidos, Nocilla, Cola-Cao, etc.

 

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