ENSEÑAR AL NIÑO A USAR PipiStop®

 

Pipistop® es un despertador, así de simple. Pero es un despertador inteligente, que adivina en qué momento te estás empezando a hacer pipi, y en ese momento exacto te despierta. De esa manera, tu cerebro aprende, aunque tú no quieras, y después de unos cuantos ensayos dejas de orinarte. Cuando te vayas a dormir, te pones el Pipistop® como en el dibujo y, si suena, secas el sensor y lo apagas.

Colocación del PipiStop
Te levantas y vas al aseo a acabar de orinar, porque el Pipistop® sólo necesita unas gotitas para avisarte, y el resto del pipí lo debe orinar en el aseo. Si te orinas más de una vez por la noche, te lo vuelves a poner y te vuelves a dormir. Si sólo te orinas una vez cada noche, cuando te suene y vayas al aseo, ya no hace falta que te lo vuelvas a poner.

 

Cuando te mojas, suena el zumbador. Esto es bueno porque tu cerebro aprende. Cuando suene el zumbador, enciendes la luz y, tú solo, secas el sensor, apagas el Pipistop®, te levantas, acabas de orinar en el aseo y te vuelves a acostar. Al principio parece complicado, pero a los cuatro días verás que es muy fácil y que no necesitas a nadie.

 

Es muy importante que seas tú el principal protagonista. Si van tus padres, te despiertan y te llevan al aseo medio dormido, al día siguiente no oirás el zumbador, sino que esperarás la llegada de tus padres, y al tercer día tus padres te levantarán, te llevarán al aseo, te meterán en la cama y tú no te habrás enterado de nada. Por lo tanto, recuerda que eres tú quien debe levantarse. Si suena el aparato y no te levantas, este método pierde toda su eficacia.

 

DEMORAR LA MICCIÓN.

Esto se hace para aumentar la capacidad de tu vejiga, es decir, hacer que te quepa más volumen de orina.

Para eso, cuando tengas ganas de orinar, aguántate un poco. Primero un minuto, a la semana cinco, y a los diez días, quince minutos. Aguanta lo que puedas. La vejiga, que es un músculo, se irá haciendo más grande y ayudará a que no te mojes por la noche. Si quieres, puedes medir con un recipiente milimetrado la orina que eres capaz de retener.

Verás como si al principio sólo retenías 150 ml., a los pocos días eres capaz de retener el doble.

Un niño de ocho años ha de ser capaz de aguantar hasta 400 ml.